En Timor Oriental, la vuelta a la presidencia de Ramos-Horta, favorable a las inversiones chinas


La victoria del premio Nobel de la Paz José Ramos-Horta en las elecciones presidenciales de Timor Oriental, cuya segunda vuelta se celebró el martes 19 de abril, no sólo marca la vuelta a la actividad del que ya fue jefe de Estado (2007 -2012) de este pequeño país situado en un cruce de caminos estratégico entre el Sudeste Asiático, el Océano Pacífico y Oceanía. El nuevo éxito de esta gran figura política, que obtuvo el 62,09 % de los votos, frente al 37,91 % del presidente saliente Francisco Guterres, también podría permitir a China avanzar un poco más en el vasto juego del pase regional, en el que se ha convertido uno de los jugadores principales.

El presidente electo de esta nación del doble del tamaño de Córcega, que comparte su territorio con la otra mitad de la isla perteneciente a Indonesia (Timor Occidental), no oculta, salvo sus simpatías pro-Pekín, en todo momento su deseo de que China seguir invirtiendo en Timor-Leste, el nombre oficial del país. Entre ellos, la financiación de un megaproyecto de explotación de gas y petróleo frente a la costa sur, cuyo coste se estima en 18.000 millones de dólares (17.000 millones de euros). “China no es una amenaza, sino una oportunidad”, insistió el Sr. Ramos-Horta en septiembre de 2019, en una entrevista con Mundo. “¡Pensar que podemos ser víctimas de la “trampa de la deuda” china es absurdo! », luego perdió los estribos.

Leer también Artículo reservado para nuestros suscriptores José Ramos-Horta: “Conseguimos curar nuestras heridas”

Sin embargo, si la República Popular China se convirtiera en el principal -o único- financiador de un proyecto que permitiría la explotación de unos 141.000 millones de metros cúbicos de gas natural y la extracción de 226 millones de barriles de petróleo, Timor Oriental – cuyo PIB es de 3.000 millones de dólares- correría el riesgo de encontrarse muy dependiente de Pekín. “Incluso dejando de lado las cuestiones de costo y viabilidad del proyecto, Ramos-Horta parece estar lista para intensificar la búsqueda de inversiones chinas”. confirmado esta semana, en el sitio Revisión de Nikkei Asiados especialistas estadounidenses en Timor Oriental. «Ramos-Horta ciertamente no es antioccidental, ni mucho menos, pero ha adoptado un sesgo prochino más marcado que otros políticos locales», subrayaron los expertos Parker Novak y Jack Mullan. La probabilidad de un cierto giro pro-chino en la isla estremece al vecino australiano, con quien Timor Oriental tiene una relación ambivalente de larga data. Las relaciones entre Beijing y Canberra se han deteriorado considerablemente en los últimos años.

Te queda el 49,9% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.



Source link-5