Estados Unidos: las razones del sorprendente vigor del crecimiento en el tercer trimestre


Inesperado, espectacular, fenomenal… El jueves 26 de octubre, a los economistas no les faltaron superlativos al comentar la primera estimación del producto interior bruto (PIB) estadounidense en el tercer trimestre, publicada ese día por el Departamento de Comercio. De hecho, aumentó un 4,9% a tasa anualizada, mucho más que entre abril y junio (+2,1%), e incluso a una tasa superior al 4,7% esperado por el consenso de los pronosticadores. Respecto al trimestre anterior, el aumento es del 1,2%.

“Es deslumbrante, se trata de la progresión más fuerte registrada desde 2021”resume James Knightley, especialista en economía internacional del banco ING. «Es un testimonio de la resiliencia de los consumidores y trabajadores estadounidenses, impulsados ​​por la Bidenómica».dio inmediatamente la bienvenida al presidente Joe Biden en un comunicado de prensa.

A primera vista, todo parece como si el aumento de los tipos de interés llevado a cabo por la Reserva Federal (Fed, banco central) hubiera tenido poco efecto sobre la actividad. Resultado: la recesión que se temía desde hace meses parece lejos de asomar en el horizonte, para gran sorpresa de los observadores. «Nunca pensé que necesitaríamos una recesión para reducir la inflación», También presumió el inquilino demócrata de la Casa Blanca, candidato a la reelección en las elecciones presidenciales de noviembre de 2024.

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En detalle, esta buena cifra se debe en gran medida al consumo estadounidense, principal motor de la economía: aumentó un 4% entre julio y septiembre, tras un + 0,8% en el segundo trimestre. Sólo el gasto en bienes duraderos –es decir, aquellos que duran más de tres años, como electrodomésticos o automóviles– aumentó un 7,6%.. “Esto podría sugerir que los hogares están afrontando el impacto del aumento de los costes crediticios decidido por la Reserva Federal”, señala Paul Ashworth, especialista en América del Norte de Capital Economics. Sobre todo porque el mercado laboral se está resistiendo sorprendentemente bien: la tasa de desempleo fue sólo del 3,8% de la población activa en septiembre, mes durante el cual el país creó 336.000 puestos de trabajo, el doble de lo esperado.

Sin embargo, la inflación continúa erosionando el poder adquisitivo y, una vez que se gastaron los ahorros reservados durante la pandemia, los estadounidenses comenzaron a echar mano de sus ahorros. Su tasa de ahorro, que alcanzó un máximo de más del 30% en 2020, cayó a sólo el 3,8% en septiembre, según datos de la Reserva Federal. En mayo, todavía era del 5,3%. “Basta decir que el consumo no puede permanecer en esos niveles por mucho tiempo”Juez Paul Ashworth.

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