Un grupo paramilitar neonazi ruso que apoyó la rebelión mercenaria de Wagner anunció que ya no luchará en Ucrania, acusando al Kremlin de abandonar a su líder.
El grupo, llamado Rusich, dijo que su líder Yan Petrovsky fue arrestado el mes pasado cuando intentaba pasar por el aeropuerto de Helsinki y que los diplomáticos rusos ignoraron sus peticiones de ayuda.
“Desde el 20 de julio, Yan Petrovsky no ha recibido la visita ni del cónsul ruso ni de ningún abogado. Los eslavos están amenazados con la extradición a Ucrania, ya sea directamente o a través de un tercer país en un caso criminal ficticio”, dijo, utilizando el distintivo militar de Petrokvsky.
«Rusich deja de realizar misiones de combate», dijo en su canal Telegram. “Si un país no puede proteger a sus ciudadanos, ¿por qué los ciudadanos deberían defenderlo?”
Petrovsky ha sido acusado de crímenes de guerra y los funcionarios ucranianos quieren llevarlo a juicio.
Rusich se creó en 2014 y es abierto sobre sus opiniones pronazis. Incluso junto con Wagner, era conocido por su brutalidad.
En abril, Rusich publicó un vídeo en su canal Telegram de un prisionero ucraniano siendo decapitado con un cuchillo. Sus líderes también se han filmado matando cachorros.
Rusich ha criticado el manejo del Ministerio de Defensa ruso de su invasión de Ucrania y, aunque no estuvo directamente involucrado, apoyó la rebelión de Wagner en junio que fue cancelada a 120 millas de Moscú.
Después de la muerte del líder de Wagner, Yevgeny Prigozhin, esta semana en un accidente aéreo atribuido ampliamente a Vladimir Putin, Rusich dijo: “Que esto sea una lección para todos ustedes. Siempre hay que llegar hasta el final”.
Desde la rebelión de Wagner, el Kremlin parece haber iniciado una ofensiva contra los grupos mercenarios y paramilitares rusos.
El bando de Wagner en Bielorrusia está siendo desmantelado y sus antiguos combatientes están obligados a jurar lealtad a Putin.
Rusich también dijo que dos oficiales de inteligencia ucranianos ya habían interrogado a Petrovsky en Finlandia.
«Sigue siendo incomprensible (en realidad comprensible) por qué nuestra ala diplomática en Finlandia se dedica al sabotaje, haciendo la vista gorda ante la detención e interrogatorio de ciudadanos por parte de agentes de inteligencia del país contra el que en realidad estamos librando una guerra», dijo.