La ley de aborto ‘increíblemente extrema’ de Idaho ante la Corte Suprema de EE. UU.


En la lista de estados republicanos donde el cuestionamiento del derecho federal al aborto ha creado situaciones dramáticas desde 2022, Idaho ocupa un lugar especial. Su política en esta materia lleva a la Corte Suprema de Estados Unidos a examinar, una vez más, el miércoles 24 de abril, el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo (aborto).

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Incluso antes de la decisión del Tribunal de poner fin a la protección constitucional del aborto en junio de 2022, los conservadores de este estado del noroeste habían adoptado, en 2020, una ley que prohíbe todo aborto excepto en caso de muerte de la madre. Un texto “increíblemente extremo”, dijo la representante Ilana Rubel, líder de la minoría demócrata en la Asamblea estatal. “Una prohibición total desde el momento de la concepción, sin previsión de inviabilidad. Si tiene un feto que no tiene cráneo, cerebro, sistema nervioso y ninguna posibilidad de sobrevivir, la ley de Idaho exige que lo lleve durante nueve meses. explicó el 17 de abril durante un discurso en el Center for American Progress, un grupo de expertos progresista en Washington.

Según la demócrata electa, sus colegas republicanos no previeron que el fallo Roe vs. Wade de 1973 sería » en realidad « invalidada en 2022 -aunque llevan años trabajando en ello- y que, por tanto, la legislación sobre el aborto sería devuelta a los Estados. Entonces entraría en vigor un texto draconiano, en gran parte debido a la actitud de superioridad que tradicionalmente practican los candidatos conservadores en el período previo a las primarias.

“Una posición imposible”

Dos años después de la decisión de la Corte Suprema, los funcionarios electos enfrentan las consecuencias de su intrusión legislativa en el campo médico. Idaho ha perdido una cuarta parte de sus ginecólogos y más de la mitad de sus especialistas en maternidad de alto riesgo. En algunas partes del estado, las mujeres deben viajar 150 millas para ver a un ginecólogo, no para un aborto sino para una visita de rutina.

Los médicos corren el riesgo de pasar cinco años de prisión y la suspensión de su licencia para ejercer si practican un aborto. Muchos prefieren irse, como Lauren Miller, especialista en medicina materno-fetal, que dejó Boise y presentó un memorando a la Corte Suprema junto con otros tres ginecólogos. «No quieren verse en la situación de tener que elegir entre cometer un error médico, quedarse de brazos cruzados mientras una mujer pierde el útero o ir a prisión». explica Ilana Rubel.

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