William Molinié / Crédito de la foto: XOSE BOUZAS / HANS LUCAS / HANS LUCAS VIA AFP
Gérald Darmanin viajará este lunes a Roma para discutir con su homólogo italiano la caótica situación en la isla de Lampedusa tras la llegada de más de 8.000 inmigrantes. Si el Ministro del Interior quiere transmitir un mensaje de firmeza, ambos hablarán también de la cooperación europea ante este tipo de acontecimientos.
La situación es inflamable y el expediente muy complejo. La semana pasada, Más de 8.000 inmigrantes han desembarcado en la isla italiana de Lampedusa a bordo de 199 embarcaciones, según cifras de la agencia de migración de las Naciones Unidas. Una llegada masiva que muy rápidamente ejerció presión sobre las capacidades de acogida de la isla.
Este lunes, Gérald Darmanin viaja a Roma para discutir con su homólogo, Matteo Piantedosi. Por la mañana, el Ministro del Interior aseguró a Europe 1 y CNews que París no estaba preparado para acoger a algunos de estos inmigrantesIncluso si los cooperación europea sin duda estará en el centro de los debates.
Varias vías sobre la mesa
Hay que decir que este último a veces se atasca. A la hora de impedir la salida de barcos de las costas libias, esta cooperación carece de fluidez y puede incluso resultar muy mala, afirma una fuente diplomática a Europa 1. Por ejemplo, Túnez casi nunca informa a Francia de las olas de salida que se producen desde sus costas. Las patrullas marítimas frente a la costa de Sfax dejan pasar con demasiada frecuencia a estos barcos. Según estimaciones de seguridad, aproximadamente uno de cada tres barcos se pierde.
Este espinoso tema ocupará un lugar destacado en los debates que tendrán lugar este lunes por la tarde en la capital transalpina. Ayuda Italia, y por extensión Europa, para proteger sus fronteras exteriores, constituye el tema número uno de este viaje ministerial. Algunas fuentes mencionan una nueva versión de la Operación Sofía, un dispositivo militar lanzado en 2015 para poner fin a los cruces en el Mediterráneo central. La multiplicación de zonas internacionales en Italia, España y Grecia también forma parte de las vías previstas. Esto permitiría denegar inmediatamente la entrada de inmigrantes al territorio europeo y facilitaría su regreso a su país de origen.