No son las personas, sino las máquinas las que construyen ahora los robots industriales de ABB en Shanghái. Esto debería servir aún mejor al mercado más importante del mundo.
Protestas contra las estrictas regulaciones de Corona, represión estatal, cadenas de suministro interrumpidas, una economía que se enfría con consecuencias para la economía global: los problemas en China son numerosos. El grupo industrial ABB no se deja intimidar por esto. El viernes (2 de diciembre) la empresa inaugurará la fábrica de robots industriales más grande del mundo en Shanghái.