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El tan esperado regreso de Estados Unidos a la luna tendrá que esperar un poco más. Con T-menos 40 minutos en el reloj de cuenta regresiva el lunes por la mañana, la NASA pospuso el primer lanzamiento de su enorme cohete lunar nuevo, el Sistema de Lanzamiento Espacial, que iba a ser la misión debut del programa lunar Artemis.
Durante la cuenta regresiva final, una línea de hidrógeno líquido no logró enfriar lo suficiente uno de los motores del cohete, y los ingenieros no pudieron solucionar el problema a tiempo para llegar a la ventana de lanzamiento de dos horas de la mañana. Fue el segundo problema técnico que surgió el lunes; anteriormente, la NASA detectó y arregló una fuga en una línea de combustible unida a la parte inferior del cohete.
Suponiendo que la NASA pueda resolver el problema, la próxima ventana de lanzamiento comenzará a las 12:48 p. m. del viernes, seguida de una última oportunidad el próximo lunes. Si la NASA pierde ambas ventanas, deberá devolver el sistema de cohetes al enorme garaje del Centro Espacial Kennedy para su mantenimiento antes de intentar otro lanzamiento.
La misión Artemis I enviará una cápsula Orion sin tripulación en un viaje de un mes alrededor de la luna, una prueba crítica del sistema en el mundo real (y en el espacio real) antes de que la NASA pueda devolver a los astronautas a la superficie de la luna por primera vez en décadas. . El tipo de contratiempo del día del lanzamiento que se encontró el lunes no es nuevo para la NASA ni para ninguna otra agencia espacial. Pero contó como otro retraso frustrante para el programa Artemis, que ya lleva años de retraso y miles de millones de dólares por encima del presupuesto.
En otras palabras, el cohete puede ser nuevo, pero el programa espacial de EE. UU. sigue siendo el mismo, tan frustrante como emocionante.