Es un cartel digno de una final. Este domingo, la selección francesa de rugby se enfrenta a Sudáfrica en los cuartos de final del Mundial. Después de una brillante fase de grupos y de cuatro victorias, incluida una contra Nueva Zelanda, los ‘bleus’ parecen favoritos, sobre todo en un Stade de France conquistado por su causa. Pero los springboksvigente campeón del mundo, querrá hacer dudar a los franceses jugando con su baza: el impacto físico.
“Agresión, incluso un poco de maldad”
Sobre todo porque los sudafricanos, que no jugaron este fin de semana, habrán tenido dos semanas de descanso antes de este partido decisivo. La oportunidad de cambiar de campo de entrenamiento, pasando del calor de Toulouse a Croissy-sur-Seine, en Yvelines, y reponer energías para estos jugadores que naturalmente tienen una potencia física impresionante.
“Es un equipo que disminuye al rival, con agresividad, incluso un poco de maldad”, afirma Serge Blanco, actual máximo anotador de try de la historia del XV francés y consultor de Europa 1 para este Mundial. “Jugué contra ellos por primera vez en mi vida en 1980 y, en aquel momento y hasta ahora, nunca había visto un equipo tan fuerte como ellos”, asegura.
La amenaza de un partido neutral
Los actuales campeones del mundo también podrán contar con las estadísticas contra los Bleus. En 45 enfrentamientos desde 1913, los Springboks han ganado 27 veces frente a 12 victorias de Francia y seis empates. Asimismo, el único encuentro entre las dos selecciones en el Mundial resultó favorable para los verdes y amarillos, durante la semifinal de la edición de 1995 (19-15).
Dos puntos oscuros aún oscurecen el panorama entre los oponentes de los franceses. Al llegar segundo en su grupo, los sudafricanos cayeron ante Irlanda (8-13), otro gran favorito del torneo. Desde un ángulo más político, la federación del país aún debe cumplir con el nuevo código mundial antidopaje. Si este no fuera el caso antes del partido del domingo, los jugadores podrían competir bajo bandera neutral.