Así, en marzo de 2019, una treintena de personas tuvieron que ser hospitalizadas tras resultar gravemente heridas durante un vuelo de Turkish Airlines de Estambul a Nueva York. Como fue detallado El independiente, la zona atlántica es particularmente sensible a este tipo de fenómenos. Las turbulencias son la principal causa de lesiones en vuelos en Estados Unidos, detalla la Administración Federal de Aviación (FAA), el regulador estadounidense, y según la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, agencia independiente encargada de la investigación de accidentes aéreos en Estados Unidos. Estados Unidos, en el 28% de los casos reportados entre 2009 y 2018, esta turbulencia se produjo con cielo despejado y las tripulaciones no pudieron ser advertidas.
Perturbaciones que, por lo tanto, aumentarán considerablemente en todo el mundo para 2050-2080. «Los cambio climático afectará al sector de la aviación de muchas maneras»explica Paul Williams, profesor de ciencias atmosféricas en la Universidad de Reading en el Reino Unido. «Esperamos más y más perturbaciones en la atmósfera. Por lo tanto, podríamos ver que la turbulencia del aire se duplique o incluso se triplique en las próximas décadas», él detalla.
En cuestión: los cambios bruscos de temperatura, provocados por el cambio climático, que interrumpen las corrientes de aire, modifican su velocidad y la dirección de los vientos. Según un estudio de 2017 publicado en la revista Advances in Atmospheric Sciences, duplicar los niveles globales de CO2 conduciría a un aumento del 149% en la intensidad promedio de la cizalladura del viento a 39,000 pies, lo que resultaría en vuelos mucho más interrumpidos para los pasajeros de las principales aerolíneas cuyos aviones operan entre 30.000 y 40.000 pies.