Revisión de los episodios 1 y 2 de la temporada 3 de His Dark Materials


Ese gruñido de Stelmaria (ahora con la voz de Victoria Hamilton) fue un buen momento. Ninguna otra serie puede dramatizar las conversaciones que los personajes tienen consigo mismos tan bien como Sus materiales oscuros, porque ninguna otra serie tiene un concepto tan raro y perfecto como daemons. Stelmaria gruñendo a Asriel con frustración por su pretensión de que Lyra no significa nada fue un vistazo a su conflicto emocional, y una pequeña contraparte de todos esos discursos varoniles.

Hubo mucho de eso después de que Asriel y sus camaradas gallivespianos sacaran al comandante Ugunwe de la prisión del Templo y lo reclutaran para la República del Cielo. Asriel hizo grandes promesas y declaraciones mientras corría luchando contra los guardias, tirando de palancas y girando diales. Él va a liberar mentes y acabar con la muerte y todas esas cosas del Dr. Frankenstein. Loco, genio y… egoísta: observe el pronombre posesivo en ‘Mi República del Cielo’. ¿Se enfrenta a una caída icariana?

El conflicto emocional de la Sra. Coulter no se vislumbró tanto como en una deslumbrante exhibición panorámica en este libro de dos partes, gracias como siempre al trabajo estelar de Ruth Wilson. La entrega de la línea del episodio fue su respuesta a por qué mantenía a Lyra drogada: «Porque me odia, Will, y si la despertaba, saldría corriendo».

Honestidad brutal allí, de la reina de las mentiras y la manipulación, y sorprendentemente conmovedor dado que segundos después, el brillo malvado volvió a los ojos de Marisa después de que tropezó con la culpa que Will siente por su madre. Para castigar a Will por no sucumbir a sus encantos, la Sra. C presionó ese botón hasta que perdió la concentración y también el cuchillo. Después de eso, él no valía nada para ella, y cualquier pretensión de que formaran un trío de poder se abandonó instantáneamente.

Saber de lo que es capaz la Sra. Coulter cuando se trata de niños hizo que sus escenas con Will y Ama se enderezaran tensas. ¡No bebas ese té, Will! ¡No la sigas por esos escalones, Ama! Todo el trabajo previo realizado en la construcción de su carácter peligroso valió la pena en esos tranquilos e intensos dos manos.

No solo tranquila, sino casi silenciosa, gracias a que Himalayan Ama fue modificada del libro para hacerla sorda y europea. Esa apertura en lenguaje de señas fue un cambio refrescante de volumen que nos animó a inclinarnos y absorber los detalles y la atmósfera, un contraste útil con Asriel ruidosamente y literalmente chocando contra el episodio. (Y de curso Marisa Coulter puede hablar BSL. Ella es la Santa malvada que usa todos los trucos del libro para atraer a los niños, desde su sonrisa amable hasta su ropa lujosa y su cabello suave y ondulante).



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