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Seis semanas después de que Kate Middleton se sometiera a una cirugía abdominal, un miembro del personal real ofreció una actualización muy vaga sobre su salud. El martes, después de que el príncipe William se retirara de un compromiso real, un asistente de palacio dijo a varias publicaciones que su esposa, Kate Middleton, está “bien”.
Más temprano ese mismo día, el Palacio de Kensington reveló que, debido a un “asunto personal”, William no asistiría a un servicio para su padrino, el rey Constantino de Grecia, quien murió en enero de 2023. El cambio de último minuto en el horario de William sorprendió observadores reales, particularmente porque se suponía que debía hablar durante el servicio. Aunque el palacio no dio más detalles sobre por qué asunto personal William faltaba al servicio, un asistente real -probablemente anticipando que la ausencia de William provocaría especulaciones sobre la salud de Middleton- le dijo a CNN que la Princesa de Gales «sigue estando bien».
La declaración se produce en medio de la preocupación de que Middleton, a quien no se ha visto públicamente desde Navidad, de hecho no le esté yendo bien. El 17 de enero, el Palacio de Kensington sorprendió al mundo cuando anunció que Middleton se había sometido a una cirugía abdominal planificada. El comunicado decía que Middleton permanecería en el hospital durante dos semanas antes de continuar su recuperación en casa y que probablemente no participaría en eventos públicos hasta Semana Santa.
Vale la pena señalar que incluso las actualizaciones vagas sobre la salud de los miembros de la familia real son históricamente raras. Por lo general, la salud de los miembros de la familia se ha mantenido en total privacidad. Al anunciar la cirugía de Middleton, el palacio dijo que esperaba que su información médica personal permaneciera privada.