“Eran víctimas aleatorias que fueron agredidas”, describe la fiscal la escena en su alegato. El imputado, que ya lleva ocho años en prisión tras amenazas contra su novia, llevaba días irritado. La agresión aumentó, apenas podía controlarla. El hombre no había tomado la medicación que le permitiría llevar una vida relativamente normal.
Cinco personas heridas
Deambuló por el distrito 20 con dos cuchillos e hirió gravemente a cinco personas con heridas de arma blanca: por ejemplo, un hombre que paseaba a su perro o una mujer que quería comprar comida en una tienda de kebab. La única razón por la que las puñaladas no fueron fatales fue porque los cuchillos eran demasiado desafilados.
Preguntado por la jueza Nicole Baczak sobre el motivo de los ataques, el acusado suelta un torrente de palabras sin punto ni coma. El oyente aprende que todas las personas viven en un sistema informático y que cada «bebé de la santa mujer a las puertas del cielo» es escaneado y llevado a un sistema operativo.
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Esquizofrenia paranoide
El acusado no puede explicar los ataques: todos los demás tienen la culpa de su ola de asesinatos, pero no él mismo El experto Hofmann confirmó la esquizofrenia paranoide y recomendó el ingreso en una institución. El Senado siguió esta recomendación.