El presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva que tiene como objetivo limitar la venta masiva de datos personales de estadounidenses a “países de preocupación”, incluidos Rusia y China. La orden apunta específicamente a la venta masiva de información de geolocalización, genómica, financiera, biométrica, de salud y otra información de identificación personal.
Durante una sesión informativa con periodistas, un alto funcionario de la administración dijo que la venta de dichos datos a estos países representa un riesgo para la seguridad nacional. «Nuestras políticas y leyes actuales dejan abierto el acceso a grandes cantidades de datos personales sensibles de los estadounidenses», dijo el funcionario. «La compra de datos a través de intermediarios de datos es actualmente legal en los Estados Unidos, y eso refleja un vacío en nuestro conjunto de herramientas de seguridad nacional que estamos trabajando para llenar con este programa».
Los investigadores y defensores de la privacidad han advertido durante mucho tiempo sobre los riesgos para la seguridad nacional que plantea la industria multimillonaria de intermediación de datos, en gran medida no regulada. El otoño pasado, los investigadores informaron que pudieron comprar fácilmente grandes cantidades de datos personales y de salud sobre el personal militar estadounidense haciéndose pasar por agentes extranjeros.
La orden ejecutiva de Biden intenta abordar esos escenarios. Prohíbe a los corredores de datos y otras empresas vender grandes cantidades de información personal de estadounidenses a países o entidades en Rusia, China, Irán, Corea del Norte, Cuba y Venezuela, ya sea directa o indirectamente. Es probable que haya restricciones adicionales a la capacidad de las empresas para vender datos como parte de contratos de servicios en la nube, acuerdos de inversión y acuerdos laborales.
Aunque la Casa Blanca describió la medida como “la acción ejecutiva más importante que cualquier presidente haya tomado jamás para proteger la seguridad de los datos de los estadounidenses”, no está claro cómo se manejará exactamente la aplicación de las nuevas políticas dentro del Departamento de Justicia. Un funcionario del Departamento de Justicia dijo que la orden ejecutiva requeriría la debida diligencia por parte de los intermediarios de datos para examinar con quién están tratando, de manera similar a la forma en que se espera que las empresas cumplan con las sanciones estadounidenses.
Como señala la Casa Blanca, actualmente existen pocas regulaciones para la industria multimillonaria de intermediación de datos. La orden no hará nada para frenar la venta masiva de datos de estadounidenses a países o empresas que no se consideran un riesgo para la seguridad. “El presidente Biden continúa instando al Congreso a hacer su parte y aprobar una legislación bipartidista integral sobre privacidad, especialmente para proteger la seguridad de nuestros niños”, dice un comunicado de la Casa Blanca.