si has visto El marciano sabes lo difícil que es cultivar alimentos en Marte. Casi nada en el Planeta Rojo lo convierte en un lugar hospitalario para la agricultura. Incluso si pudiera persuadir a una planta para que emerja del suelo desprovisto de nutrientes, es solo cuestión de tiempo antes de que los brotes sucumban a las temperaturas bajo cero o a la falta total de agua accesible.
Mark Watney, interpretado por Matt Damon en la película, se mantiene con vida comiendo papas cultivadas en una cúpula hermética y fertilizadas con su propia caca.
El experimento de Watney tiene mucho en común con la agricultura vertical. No tanto la caca humana, sino la idea de cultivar plantas de una manera que está completamente desconectada de sus entornos circundantes. “Lo que posiblemente podría funcionar en Marte podría ser enormemente beneficioso en la Tierra hoy. No necesitamos esperar al escenario de Marte. Necesitamos este tipo de agricultura en la Tierra ahora”, dijo Arnavaz Schatten, director de sostenibilidad de la empresa de agricultura vertical InFarm con sede en Berlín, cuando habló en WIRED Impact este noviembre. En las granjas verticales, las plantas se cultivan sin tierra bajo luces artificiales en una configuración que usa mucha menos agua, tierra y pesticidas que la agricultura convencional. Separe las plantas de su entorno y podremos reducir enormemente el impacto ambiental de nuestro sistema alimentario. (Que, por cierto, es enorme.)
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Esa es la teoría, al menos. En realidad, el impacto de la agricultura vertical depende totalmente del tipo de cultivo del que estemos hablando. En este momento, InFarm cultiva principalmente hierbas, verduras de hoja verde y vegetales para ensalada. Estos son un buen punto de partida para las granjas verticales porque están creciendo rápidamente y tienen precios altos, pero constituyen una proporción muy pequeña de los alimentos cultivados en el mundo. Los siguientes en la lista de compras de InFarm son las fresas y los champiñones, pero el impacto real vendrá de hacer que los cultivos básicos como el trigo, la soya y el maíz sean más eficientes. Solo un pequeño puñado de cultivos ocupa la gran mayoría de las tierras de cultivo y los recursos. Traer aquellos cultivos en interiores y realmente comenzaríamos a hacer mella en la enorme huella ambiental de la agricultura.
“Si realmente quiere resolver los desafíos del sistema alimentario mundial, debemos pensar en términos de calorías”, dice Schatten. «La agricultura vertical debe moverse desde el borde del plato, más hacia el centro del plato».