Apple se enfrenta a un escrutinio adicional por su supuesta represión contra los trabajadores minoristas prosindicales. Los representantes de la Cámara Emanuel Cleaver y Sylvia García enviaron una carta a la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) solicitando una investigación sobre los supuestos abusos laborales en las tiendas de Houston y Kansas City, Missouri. Los políticos están preocupados por las afirmaciones de que Apple despidió a cinco empleados de Kansas City en represalia por los esfuerzos de sindicalización y sancionó a varios empleados de Houston por intentar organizarse.
En marzo, el sindicato Communications Works of America (CWA) presentó cargos ante la NLRB por la supuesta represalia. La CWA cree que Apple usó pretextos débiles para despedir e intimidar a los empleados, como llegadas un poco tarde e incluso errores tipográficos en las hojas de tiempo. Según los informes, algunos de los trabajadores fueron obligados a firmar un descargo de responsabilidades contra la empresa si querían una indemnización por despido. Estas prácticas son ilegales, dicen Cleaver y García.
Los miembros de la Cámara también señalaron el hallazgo de enero de la NLRB de que Apple estaba violando los derechos laborales con reglas que prohibían filtraciones y discusiones sobre las condiciones laborales. Los representantes están preocupados por un «patrón recurrente», según la carta. En diciembre, la junta dijo que Apple también violó la ley al realizar reuniones antisindicales en Atlanta.
Le hemos pedido comentarios a Apple. La compañía ha argumentado anteriormente que puede cuidar mejor al personal minorista sin sindicatos. Al mismo tiempo, ha abordado las preocupaciones al aumentar los salarios, mejorar los beneficios y flexibilizar sus reglas de programación.
La carta no obliga a la NLRB a responder, y no hay certeza de que una investigación conduzca a una acción oficial. Aun así, es notable que la postura de Apple sobre la mano de obra minorista haya llamado la atención del Congreso. No será sorprendente si hay más interés por parte del gobierno federal, ya sea que la NLRB responda o no a la carta.