Pas-de-Calais: un sacerdote condenado a seis años de prisión por la violación de una adolescente


Un sacerdote de 65 años fue condenado este martes a seis años de prisión por el tribunal penal de Pas-de-Calais por violación y agresión sexual cometida contra una adolescente entre 2005 y 2006, supimos el miércoles por el registro y de un abogado. Esta pena de prisión, con orden de internamiento, va acompañada de un seguimiento sociojudicial de cinco años con, en particular, orden de tratamiento, prohibición de ejercer una actividad con menores y prohibición de relacionarse con la víctima. En caso de incumplimiento de estas obligaciones, el acusado se arriesga a tres años adicionales de prisión.

Ocho años de prisión con orden de internamiento requerida

El Abogado General había solicitado ocho años de prisión con orden de internamiento. “Estamos aliviados de que la justicia haya hecho su trabajo. Esta pena de prisión parece justa”, reaccionó Me Zakia Aït Ali Slimane, abogada de la víctima, de 13 y 14 años en el momento de los hechos. «Durante la audiencia no sentimos ningún cuestionamiento de su parte. Dijo que no recordaba nada. Estamos felices de haber sido escuchados», se regocijó también con la AFP.

El adolescente había conocido al sacerdote Alain Bonjour durante una visita en 2004 a Lisieux, donde se encargaba en particular de acoger a grupos de jóvenes para el instituto Notre-Dame-de-Vie. Luego le confía su angustia, un reciente intento de suicidio y su necesidad de volverse a Dios, luego comienza una correspondencia con él.

Besos, caricias y tocamientos.

Pero el vocabulario del sacerdote cambia poco a poco: habla de «fuego de amor», bromea sobre la posibilidad de un matrimonio, dice un día que «sueña» con su cuerpo, la víctima le contará a los investigadores. «Necesitaba atención en ese momento, se había convertido en un adulto de referencia, en quien confiaba», dijo a la AFP la joven, que ahora tiene 31 años. La religión era en ese momento «una razón para vivir, un refugio» para ella. Según la investigación, el sacerdote luego le impuso besos, caricias y tocamientos durante las visitas de 2005 y 2006. La acogió y le ofreció dormir en su cama, hasta la violación en el verano de 2006.

Presentó una denuncia en 2015, particularmente preocupada por proteger a posibles futuras víctimas. Capellán en las escuelas, Alain Bonjour «siempre estaba en posición de hacer daño», explica hoy. El imputado había confesado los hechos bajo custodia policial en 2017, para luego minimizarlos ante el juez. Durante la investigación, exalumnos de los establecimientos donde ofició declararon conductas táctiles inapropiadas, alusiones sexuales y bromas.



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